📚 Introducción al desarrollo web: HTML y CSS (1/2)
🗂️ Cómo se publica un sitio web
📖 Cómo publicar un sitio web: Alojamiento (hosting) (3/3)
⭐ Aspectos clave
En el siguiente vídeo se explican los últimos criterios que hay que tener en cuenta para elegir un alojamiento:
- Velocidad de transferencia.
- Lenguajes de programación.
- Bases de datos.
- Dominios/subdominios.
- Otros.
- Precio.
📝 Transcripción
Hola, soy Sergio Luján Mora, profesor de la Universidad de Alicante, y con este videotutorial compuesto de varias partes vas a aprender qué se necesita para publicar un sitio web en Internet.
En esta tercera parte vamos a continuar con los principales criterios a tener en cuenta cuando se quiere seleccionar un plan de alojamiento. En la parte anterior vimos los cuatro primeros criterios: la calidad de la empresa de alojamiento, el sistema operativo que se emplea en el servidor web, el tamaño de almacenamiento proporcionado y el volumen de transferencia. En esta parte vamos a ver los siguientes criterios:
5. La velocidad de transferencia máxima que podemos tener.
6. Los lenguajes de programación web que permite emplear.
7. Si permite crear bases de datos y cuántas.
8. Si admite múltiples dominios y subdominios.
9. Otros, como el número de cuentas de correo que se pueden crear o si proporciona plantillas para crear el sitio web.
10. Y por último, claro está, el precio.
Veamos cada uno de estos criterios con más detalle.
La velocidad de transferencia o ancho de banda (en inglés, bandwidth) es la cantidad de datos que se pueden enviar a través de un canal de comunicación por unidad de tiempo. Para el caso de los servidores web, las medidas se hacen en Kilobits por segundo o Megabits por segundo (Kbps/Mbps). Normalmente, en los planes de alojamiento más económicos no se suele indicar y sólo se garantiza en los planes más costosos. Al igual que con la transferencia, un ancho de banda ilimitado es totalmente imposible; siempre existirá un límite, aunque haya algunas empresas que lo prometan.
El ancho de banda indica el límite de transferencia de datos que podemos alcanzar en un momento determinado. Este parámetro influye en el tiempo de respuesta del servidor web y en el tiempo que necesita un visitante para acceder a una página web, afectando así a la percepción que tienen los visitantes de nuestro sitio web.
Vamos a verlo con un ejemplo sencillo, en el que, con el fin de simplificar, no consideraremos otros factores que influyen en el tiempo de acceso a una página web. Supongamos que el tamaño medio de la página es de 250 KB o 2.000 Kbits, y la velocidad de transferencia contratada en nuestro plan de alojamiento es de 512 Kbps. Si el usuario se conecta solo, dispone de todo el ancho de banda del servidor para descargar la página, y realizando una sencilla operación matemática, calculamos que el tiempo necesario es de casi cuatro segundos.
Si ahora se conectan cinco visitantes simultáneamente, el ancho de banda se tiene que compartir entre ellos, y cada visitante disfruta únicamente de la quinta parte del ancho de banda disponible. Por consiguiente, el tiempo necesario para descargar una página web se multiplica por cinco, llegando a casi 20 segundos. Como se puede ver en un gráfico que representa el número de visitantes por hora a un sitio web a lo largo de las 24 horas de un día, existen momentos en los que el número de visitantes es muy bajo, por ejemplo entre las seis y las siete de la mañana, mientras que hay momentos, como sobre las cinco de la tarde, en los que se alcanza el máximo. El cálculo del ancho de banda que necesitamos debe realizarse teniendo presente los momentos de mayor actividad, lo que hace más complejo el cálculo, ya que el número medio de visitantes no es un valor apropiado.
El lenguaje de programación (programming language) se emplea para dar instrucciones al ordenador y permite crear aplicaciones web. Si nuestro sitio web es estático y no tiene programación, esta característica no nos importará mucho porque no la utilizaremos. Sin embargo, si pensamos publicar una aplicación web, es muy importante comprobar qué lenguajes de programación admite el plan de alojamiento que vamos a contratar. La elección depende más de los gustos y conocimientos del programador, ya que la mayoría de los lenguajes modernos ofrecen la misma potencia y permiten realizar tareas similares con un costo comparable.
La base de datos (database), o mejor dicho, el sistema gestor de bases de datos, es el software que permite almacenar y recuperar los datos que necesita una aplicación de forma rápida, segura y estructurada. Si nuestro sitio web es estático, no necesitamos preocuparnos mucho por esta característica. Respecto a los sistemas gestores que podemos encontrar en los planes de alojamiento, si el sistema operativo es Linux, se suelen ofrecer MySQL y PostgreSQL, mientras que en Windows es común encontrar Microsoft Access y Microsoft SQL Server.
El dominio o nombre de dominio (domain o domain name) es el nombre mediante el cual los visitantes encontrarán nuestro sitio web. A un mismo sitio web se puede acceder a través de diferentes nombres de dominio. El uso de uno o varios dominios depende más de la imagen o estrategia empresarial que de una cuestión técnica. Por otro lado, los subdominios permiten crear subdivisiones del dominio principal, normalmente para sitios adicionales bajo el paraguas del sitio principal, por ejemplo, según la ubicación geográfica. Algunas empresas de alojamiento ofrecen un número ilimitado de dominios y subdominios. Esto es útil si queremos organizar el sitio web en diferentes secciones por ubicación o por contenido.
Otras características a comparar entre distintos planes de alojamiento incluyen el número de cuentas de correo electrónico, FTP y SSH disponibles, scripts y librerías preinstalados, aplicaciones como foros, blogs, gestores de contenido y comercio electrónico, el panel de control, análisis estadístico de visitas y acceso a los registros (logs), servicio de copias de seguridad, servicio cron, conexiones seguras con SSL y capacidades de streaming de vídeo y audio. Y, por supuesto, el precio.
Es importante encontrar un equilibrio entre lo que queremos obtener, la calidad deseada y el precio que estamos dispuestos a pagar. Comparando ofertas de diferentes empresas, podemos encontrar la opción más acorde a nuestras necesidades. El período de contratación influye en el precio: muchas empresas ofrecen descuentos por contratos largos. Por ejemplo, un plan anual o bienal suele ser más económico que uno trimestral. Además, normalmente un alojamiento en Linux es más barato que en Windows, debido al ahorro en licencias y mejores herramientas de administración de servidores.
Los agentes registradores, autorizados para vender nombres de dominio, también suelen ofrecer planes de alojamiento completos, que incluyen registro de dominio y alojamiento. No obstante, no hay obligación de contratar ambos productos juntos: se pueden contratar a empresas distintas. Como existen múltiples proveedores nacionales e internacionales, la decisión puede ser complicada. Para ayudarnos, existen páginas web con comparativas de planes de alojamiento, pero hay que asegurarse de que sean recientes y actualizadas.
Para finalizar, algunos consejos prácticos: fíjate un precio máximo dispuesto a pagar y busca el plan que ofrezca mejores condiciones. Si no estás seguro de la elección, prueba un período corto, por ejemplo un mes o un trimestre. Si tienes varios sitios web, no “pongas todos los huevos en la misma cesta”: contrata planes con diferentes empresas para comprobar cuál se adapta mejor a tus necesidades.
Con esto finalizo este videotutorial, en el que he explicado en qué consiste el alojamiento o hosting y los criterios para elegir el plan más apropiado. Si necesitas más información o deseas contactarme, visita la página web http://desarrolloweb.dlsi.ua.es o escríbeme a mi correo electrónico sergio.lujan@ua.es.